La vida secreta de Vladimir Putin

¿Cuántos hijos tiene Vladimir Putin? La respuesta a esta pregunta no es segura, ya que noticias recientes han demostrado que el presidente ruso puede tener una familia oculta a la vista del público.

(En la foto, Vladimir Putin junto a la deportista Alina Kabayeva en una imagen de 2001)

De su unión con su primera esposa nacieron dos hijas: Maria Vorontsova (en la foto), nacida en 1985 e investigadora médica, y Katerina Tikhonova, ejecutiva de negocios nacida en 1986. Ambas son blanco de sanciones occidentales.

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Según la constante narrativa oficial del Kremlin, Vladimir Putin no tuvo más hijos. Sin embargo, en los últimos años se ha hablado periódicamente de la supuesta existencia de otros herederos.

Más allá de sus dos hijas conocidas por todos, el líder político también tiene dos hijos ocultos, como recordó recientemente el medio de investigación ruso The Dossier Center que aportó detalles sobre el asunto.

Estos dos hijos nacieron, supuestamente, de su relación con la exgimnasta Alina Kabaeva, treinta años menor que él.

Medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, esta mujer, que hoy tiene 41 años, fue también diputada por el partido presidencial Rusia Unida de 2007 a 2014.

Según la investigación publicada por The Dossier Center, la relación entre el presidente y la gimnasta se remonta a 2008, año en el que incluso se preparó una boda. De todos modos, Vladimir Putin se divorció de la madre de sus hijas en 2013.

¿Tuvo la pareja hijos juntos y, de ser así, cuántos? En 2022, el medio enfocado en celebridades PageSix afirmó que Putin y Kabaeva habrían tenido cuatro: dos hijos y dos hijas gemelas.

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"Siempre he sentido desprecio por aquellos que se entrometen en la vida de los demás", se enojó el maestro del Kremlin cuando se le preguntó sobre su paternidad en una conferencia de prensa.

Pero la investigación realizada por The Dossier Center reveló más: presuntamente, el primer hijo, Ivan, nació en Lugano, Suiza, en 2015, y el segundo, Vladimir Junior, en Moscú en 2019.

“¡Por fin un hijo!”: esta es la exclamación que Vladimir Putin habría lanzado cuando se enteró del nacimiento de Iván hace casi diez años, informa Le Point.

Según los informes, los dos niños vivirían hoy en una propiedad de lujo en el Parque Nacional Valdai, a 400 kilómetros de Moscú, aislados del mundo y casi sin contacto con otros niños de su edad.

La reciente investigación "cuenta la vida solitaria de los hijos del presidente en villas de lujo, a bordo de yates o de trenes blindados", precisa Le Point.

Ivan y Vladimir Junior estarían permanentemente protegidos y escoltados por el FSO, el Servicio Federal de Protección de Rusia, que garantiza la seguridad del Kremlin.

Con un chófer y un chef personal, los dos hijos de Putin “toman lecciones, hacen una siesta o se relajan en compañía de conejos, dos ponis y un perro San Bernardo”, describe Le Point.

La investigación también mencionó una oferta de trabajo para un profesor de inglés, publicada a través de una agencia británica. La oferta sólo especificaba que se trataba de cuidar a dos niños de cuatro y ocho años y acompañarlos en sus viajes.

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"Las exigencias son draconianas: someterse a exámenes médicos durante las dos primeras semanas, vivir aislados, no abandonar el territorio ruso y, preferiblemente, tener un pasaporte de Sudáfrica, un país considerado amigo", precisa Le Point.

A pesar de las sesenta horas de trabajo semanales impuestas, la remuneración ofrecida es atractiva: 7.700 euros mensuales.

Cuando los dos niños se encuentran con niños de su edad, a menudo los de amigos de su madre, los visitantes (niños y adultos) deben permanecer en cuarentena durante dos semanas.

Una sombra en esta imagen idílica: al pequeño Iván le encantan los dibujos animados y los personajes de Disney, símbolo del imperialismo cultural estadounidense odiado por su padre, el presidente.

El silencio que rodeó estos dos nacimientos se mantuvo como secreto de Estado en Rusia. Aunque defiende fácilmente la familia tradicional para sus conciudadanos, Vladimir Putin se permite grandes libertades en su vida privada.

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