¡Liberad a Happy!: batalla judicial para sacar a una elefanta del zoo del Bronx
Liberar a un elefante del zoo y correr con él por la ciudad. Es la fantasía dibujada por un niño pero también la posible ilustración de una historia real: la de la elefanta Happy, cuyo caso ha llegado a los tribunales. Un grupo animalista defiende que se otorgue la categoría de "persona" a este paquidermo para que sea devuelta a la naturaleza tras decenios "cumpliendo condena" en el neoyorquino zoo del Bronx.
Nonhuman Rights Project es la ONG que ha logrado llevar el caso de Happy al Tribunal de Apelaciones del Estado de Nueva York. Tal y como se lee en este tweet: "Happy merece vivir libremente y con paz y dignidad en el entorno mucho más grande y natural de un santuario diseñado para respetar la autonomía de los elefantes".
Los animalistas llevan tiempo denunciando la crueldad que supone que elefantas como Happy (y otros ejemplares) estén confinados en solitario dentro de un espacio de un acre (unos 4.000 metros cuadrados) que es mucho menor del que disfrutarían en su hábitat natural.
Los elefantes del zoo del Bronx como el de la imagen (un ejemplar llamado Patty) son separados y confinados en solitario para evitar disputas entre ellos. Desde el zoo se asegura, sin embargo, que a Happy se le ha permitido relacionarse a ratos con otro paquidermo.
Los elefantes son animales muy sociales, construyen comunidades con reglas de convivencia, se ayudan, tienen emociones compartidas.... Por eso Nonhuman Rights Project denunció la situación de Happy como "encarcelamiento ilegal".
Imagen: David Heiling / Unsplash
Para Nonhuman Rights Project el zoo del Bronx es una cárcel para Happy. "Ella es humana" aseguró Steven Wise, presidente de la ONG, en declaraciones recogidas por The Washington Post.
El argumento jurídico utilizado por Nonhuman Rights Project no es tan simple como afirmar que los elefantes son personas. Ante el Tribunal de Apelaciones de Nueva York los abogados animalistas defendieron que los elefantes son cognitivamente complejos, autónomos y autoconscientes hasta el punto de asemejarse en muchas de sus características (incluida la capacidad de sufrir) al ser humano. De ahí que se pida el fin de lo que consideran un "encarcelamiento ilegal" que provoca un padecimiento severo.
Imagen: Nam Anh / Unsplash
“En el zoológico del Bronx nos enfocamos en lo que es mejor para Happy, no en términos generales sino como un individuo con una personalidad única y distinta" dice un comunicado del zoo.
Pero la "humanidad" de Happy, su semejanza a lo que somos como especie, cuenta con un detalle revelador: con esta elefanta del Bronx se hizo un experimento colocándole un espejo y ella se reconoció (los investigadores lo dan por hecho ya que se tocó reiteradamente una marca que tenía en la cabeza ocasionada por una antigua herida). Fue una prueba de autoconsciencia.
Imagen: Inga Gezalian / Unsplash
La proximidad entre elefantes y humanos también se revela en los hábitos funerarios de los paquidermos. La muerte de uno de los suyos les duele, se han observado evidentes actitudes de duelo y sufrimiento por pérdida, y existe una especie de ritual de "enterramiento" o "funeral" entre algunos elefantes.
Imagen: Mylon Ollila / Unsplash
Para quienes defienden que Happy sea enviada a un santuario (imposible su reingreso en el habitat natural donde nació) un dato importante es el número de años que lleva la elefanta "condenada". 47. Toda una vida en Nueva York, en un lugar absolutamente ajeno a su naturaleza.
Imagen: Isaac Sloman
Según The Washington Post, Ken Manning, abogado del zoo del Bronx, argumentó ante el Tribunal de Apelaciones donde se trató el asunto que Happy ni está sufriendo ni está retenida. Para liberarla tendría que haber habido, dijo el abogado, detención ilegal, pero eso sólo es aplicable a humanos y "aquí no ha habido detención ilegal".
El zoo del Bronx también argumenta que, aunque pasa casi todo el tiempo sola, Happy puede, a veces, tocar con la trompa e interactuar a través de la valla con una elefanta que está al lado.
Pero para los defensores de los animales la situación de Happy es demasiado parecida a la de los reclusos de cárceles como la de Rikers Island (dicen que la peor prisión de Estados Unidos). Soledad, aislamiento, algún momento de socialización en el patio, vuelta a la celda, rutinas...
Este mes de mayo de 2022 las partes expusieron sus razones al Tribunal de Apelaciones de Nueva York, que, según The Washington Post, hará público su dictamen al respecto en los próximos meses.
Imagen: By Tracy Collins, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=27288655
Nonhuman Rights Project quiere seguir liberando elefantes de los zoológicos de todo el mundo si un tribunal acepta su argumento de que estamos ante animales tan cercanos al ser humano que pueden haber sido sometidos a "detención ilegal".
Pero ¿y los simios de los zoos? ¿No son ellos casi humanos? ¿No son, de alguna manera, personas? ¿No habría que liberarles también?
Imagen: Amy Reed / Unsplash
El fondo del asunto es la discusión sobre si el destino de todos los parques zoológicos es el cierre (por estar científicamente desfasados y por razones morales). Esa controversia sigue abierta.
Un elefante asiático como el de la imagen puede llegar a vivir 70 años. Happy pertenece a esta especie y tiene 47. Todavía le queda existencia para descubrir, aunque sea en un santuario, lo que significa la libertad.
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