Drácula sufría este trastorno y quizá nadie se lo había revelado antes
Drácula es un personaje que no necesita presentación: un misterioso aristócrata de Transilvania cuyo semblante oscuro oculta una criatura de la noche sedienta de sangre que caza mortales.
El conde Drácula ha sido llevado a la pantalla por muchos actores, desde Christopher Lee hasta Gary Oldman. Sin embargo, para muchos, el auténtico vampiro siempre será Bela Lugosi que interpretó al personaje en la película de 1931.
La realidad es que es difícil separar al personaje histórico real del monstruo mitológico que tan imprimado está en nuestra cultura pop.
La novela 'Drácula' fue escrita por el autor irlandés Bram Stoker y publicada en 1897. Sin embargo, Stoker se inspiró en las leyendas reales de Europa Central y los Balcanes.
El príncipe Vlad Drácula, también conocido por el apodo, Vlad El Empalador, fue un gobernante del siglo XV del Principado de Valaquia en Transilvania (hoy en día, Rumanía).
El Drácula de la historia era especialmente recordado por su crueldad y brutalidad contra sus enemigos. No se ganó el apodo de 'El Empalador' por su amor a los pinchitos.
Según 'National Geographic', se estima que, a lo largo de su vida, Vlad El Empalador fue responsable de la muerte de unas 8.000 personas, un alto porcentaje de ellas por empalamiento.
En aquel momento, Valaquia era una región siempre en conflicto entre los nobles locales y los húngaros católicos, los musulmanes, los otomanos y los búlgaros ortodoxos, con las tierras y las alianzas en constante cambio.
Vlad El Empalador es considerado como una especie de héroe histórico en Rumanía, ya que tuvo que usar sus métodos brutales para mantener intactos sus dominios, a pesar de estar rodeado de enemigos.
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Pero, aun así, a pesar de toda esa ansia de sangre, el Drácula real no bebía la sangre de sus enemigos. ¿Empalarlos hasta la muerte? Sí, sin problema, ¡pero hay que saber cuándo parar!
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No obstante, los científicos han descubierto recientemente algo realmente perturbador sobre Vlad El Empalador, que le hace parecerse aún más al monstruo creado por la imaginación de Bram Stoker.
Según la página web 'Science Alert', un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Catania, en Italia, demuestra que el Drácula de la historia podría haber llorado lágrimas de sangre.
Este trastorno, conocido como Hemolacria, estaba presente en algunas de las cartas pertenecientes a Vlad El Empalador.
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"Esta es la primera vez que se realiza este tipo de investigación y nos ha ayudado a sacar a la luz el estado de salud de Vlad Drácula El Empalador", explicaba la química al frente del equipo de investigación, Maria Gaetana Giovanna Pittalà.
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Los análisis llevados a cabo en las cartas también revelaban que Vlad El Empalador tenía una enfermedad de la piel y problemas respiratorios, que, admitimos, suena menos interesante que lo de llorar sangre. Pero en la vida real, no todo el mundo puede ser fascinante todo el tiempo.
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Lo que sí es verdad es que el mito de Drácula continua presente y sigue fascinando a muchas generaciones y envolviendo en un halo de misterio romántico a estas criaturas de la noche.
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