Cuando Pedro Sánchez fue a 'Moros y cristianos'
Érase una vez un joven estudiante universitario que acudió a 'Moros y cristianos', programa-espectáculo de la cadena española Telecinco donde se debatía de política. Corría la década de los 90 y Pedro Sánchez defendía al PSOE en un momento en que arreciaban los escándalos de corrupción.
Pedro Sánchez Pérez-Castejón nació en Madrid el 29 de febrero de 1972, en el seno de una familia de clase media (y credo socialista) formada por un economista que ocupó puestos de responsabilidad en el Ministerio de Agricultura en tiempos de Felipe González y una funcionaria de la Seguridad Social.
Pedro Sánchez era en su niñez y juventud un estudiante con notas más o menos aceptables (no solía suspender), pero, sobre todo, un gran deportista. Jugó al baloncesto con el Estudiantes (cuando este club estaba en lo más alto de su nivel, midiéndose cara a cara con Real Madrid o Barcelona) hasta que, con 21 años, lo dejó para centrarse en sus estudios universitarios.
Después de terminar la secundaria, en 1990, Pedro Sánchez comenzó sus estudios universitarios en Ciencia Económicas y Empresariales en el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial, centro privado adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.
Fue en aquella época, en 1993, con 21 años, cuando Sánchez comenzó su andadura en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Se afilió coincidiendo con la última gran victoria electoral de Felipe González, en el principio del fin de la hegemonía socialista en España.
En sus inicios como miembro del partido, se encargó de activar las Juventudes Socialistas en el barrio madrileño de Tetuán, cerca de donde residía y donde se ganó el apodo de 'Pedro El Guapo' entre sus compañeros de partido.
Sánchez completaría sus estudios con un máster en Política Económica de la Unión Europea que realizó en la Universidad Libre de Bruselas entre 1997 y 1998, y un Programa de Liderazgo para la Gestión Pública por la escuela de negocios IESE - Universidad de Navarra.
Tras ello, con solo 26 años, se fue a trabajar al Parlamento Europeo. Lo hizo ejerciendo como asesor de la política y catedrática socialista española de origen alemán Bárbara Dührkop.
Posteriormente, ocuparía otro puesto también fuera de España como miembro del gabinete del representante de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina, Carlos Westendorp, durante los años en los que estalló la Guerra de Kósovo.
A su vuelta a España, Pedro Sánchez trabajó como director de relaciones internacionales en la Organización de Consumidores y Usuarios y, posteriormente, se convirtió en asesor de economía en el PSOE.
En el año 2000, con 28 años, fue uno de los delegados del 35º Congreso Federal del PSOE, en el que José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido como presidente del partido. Fue entonces cuando Pedro Sánchez accedió al 'círculo del poder' de Zapatero, en el que se incluían otros jóvenes socialistas como Óscar López y Antonio Hernando.
Pasarían 10 años desde su afiliación al PSOE hasta que Pedro Sánchez pudo dar el salto a la política profesional concurriendo a las elecciones locales en la lisa del PSOE por Madrid.
Sánchez no salió elegido en comicios locales. Iba en el número 23 de la lista pero... algo sucedió.
Tras la renuncia de socialista Elena Arnedo a su acta de concejal, el 18 de mayo de 2004 fue sustituida en el consistorio madrileño por Pedro Sánchez, que se convirtió en edil y pasó a ser una pieza fundamental del equipo de Trinidad Jiménez, entonces líder del PSOE madrileño en la oposición.
Sánchez ocupó el puesto de concejal hasta el 15 de septiembre de 2009, más de cinco años durante los cuales también fue uno de los 320 miembros de la Asamblea General de la extinta Caja Madrid, algo que se le recuerda recurrentemente echándole en cara que no viese entonces los abusos bancarios que llevaron a la quiebra de esa entidad.
Fue también durante aquellos años cuando se casó con la que hoy sigue siendo su esposa, Begoña Gómez. Lo hizo a través de una ceremonia civil que fue oficiada por Trinidad Jiménez en el hipódromo de la Zarzuela, sólo un año después de que naciera Ainhoa, su primera hija.
Mientras ejercía como concejal trabajaba también como profesor asociado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, donde se doctoraría en Economía en 2012.
Pedro Sánchez logró un puesto en la lista del PSOE a las elecciones generales de 2008 pero no consiguió acta de diputado. Sin embargo, de nuevo la suerte (tan presente en su biografía) le ayudó: hubo una renuncia al escaño y Sánchez ocupó ese sillón. Ya estaba en el Congreso.
El 15 de septiembre de 2009, Pedro Sánchez se convertía en diputado en la Cortes Generales españolas. En su primera legislatura como parlamentario nacional desempeñó responsabilidades de portavoz adjunto en la Comisión de Política Territorial y fue miembro de las Comisión de Asuntos Exteriores y de la Comisión Mixta de Asuntos Europeos.
Pero en las elecciones generales de 2011, que ganó el popular Mariano Rajoy, Pedro Sánchez no consiguió escaño en el Congreso. Pasó dos años en la calle hasta que, otra vez, la renuncia de una diputada socialista facilitó que Sánchez se convirtiese de nuevo en diputado.
Pasaron otros 10 años hasta que el nombre de Pedro Sánchez empezó a sonar como posible candidato a la Secretaría General del PSOE. El momento clave se daría en 2014, un nuevo e importante salto en su carrera para el que se postularía sólo un año después, en 2014, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba anunció su dimisión de dicho cargo.
Un todavía desconocido Pedro Sánchez se presentó a las primarias del PSOE y ganó por amplia mayoría (un 49% de los votos). En su victoria fue clave el apoyo de Susana Díaz, dirigente socialista andaluza que aspiraba a liderar el partido y decidió que Pedro Sánchez sería una solución transitoria hasta que ella pudiese asumir el poder. Susana Díaz dijo de Sánchez, según recogieron diversas crónicas: "Este chico no vale pero nos vale".
Sánchez llegó a la presidencia del PSOE en un momento convulso para el partido, en el que había surgido otra formación de izquierdas, Podemos, que se había hecho con una cuarta parte del electorado socialista.
Abanderado por los nuevos tiempos, Pedro Sánchez se vendió a la perfección en diferentes programas televisivos y trató de recuperar a los votantes perdidos. En aquel tiempo fue muy crítico con Podemos, con quienes después gobernaría.
Fue entonces cuando llegaron las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, la primera oportunidad que Pedro Sánchez tuvo para convertirse en presidente del Gobierno de España. Fue el más votado. Sin embargo, no obtuvo la mayoría necesaria y hubo que repetir elecciones.
El 26 de junio de 2016 se volvieron a celebrar elecciones en España. La derecha (PP y Ciudadanos) pactó y, en contra de la opinión de Pedro Sánchez, el PSOE decidió abstenerse para facilitar que gobernarse el derechista Mariano Rajoy. Sánchez rompió la disciplina de voto, dio un no a Rajoy y comenzó una operación para expulsarle de su propio partido.
El PSOE entró en un periodo de crisis interna que terminó el 1 de octubre con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general y el 29 del mismo mes dejando su acta de diputado en el Congreso.
Había sufrido una derrota personal dentro de su trayectoria que, sin embargo, no le hizo rendirse en su objetivo inicial de volver a liderar el PSOE y gobernar España.
Sánchez volvió a ponerse el mono de trabajo para vender su imagen entre los votantes socialistas y, al volante de su Peugeot 407, hizo una gira por toda España para visitar en persona y darse en conocer entre los militantes de base de todos los rincones del país.
Su estrategia era clara y le funcionó. El 21 de mayo de 2017 fue reelegido como secretario general del PSOE en unas primarias en las que se llevó el 50% de los votos de los afiliados, aplastando a Susana Díaz, la líder por la que apostaban medios de comunicación, mundo empresarial y establishment en general.
Pocos meses después de su victoria, se produjo en Cataluña la polémica Declaración Unilateral de Independencia (DUI) que llevó al gobierno de Mariano Rajoy a aplicar el artículo 155, una medida que el nuevo PSOE de Pedro Sánchez apoyó sin tapujos favoreciendo un proceso judicial y penal de largas consecuencias.
En mayo de 2018 saltó al primer plano de la política nacional el caso Gürtel, trama de corrupción que señalaba directamente al PP, lo que llevó al PSOE de Pedro Sánchez a presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy que salió adelante el día 1 de junio con 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención.
Gracias a aquella moción de censura, Pedro Sánchez se convirtió, por fin, en el presidente del Gobierno de España, prometiendo su cargo ante el rey Felipe VI al día siguiente, el 2 de junio de 2018 en el Palacio de la Zarzuela.
Durante esa primera legislatura como presidente de España, Pedro Sánchez se vio obligado a convocar elecciones el 28 de abril de 2019, un año antes del final de la legislatura, después de que el Congreso tumbara su propuesta para los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
Sin embargo, en ese corto periodo de tiempo le dio tiempo a realizar varias cuestiones significativas, como el incremento del salario mínimo a 900 euros (la mayor subida en este concepto desde 1977) y la prórroga de los contratos de alquiler de 3 a 5 años.
Además, aquella legislatura será también recordada por la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos que se llevaron a cabo a finales del año 2019.
El PSOE se convirtió en las elecciones del 28 de abril en la fuerza más votada en 15 de las 17 comunidades autónomas, y consiguió mayoría simple en el Congreso. Sin embargo, habría nueva convocatoria de elecciones porque Pedro Sánchez se negó a pactar un ejecutivo de coalición con Podemos ("no dormiría tranquilo" dijo entonces).
Las nuevas elecciones se celebraron el 10 de noviembre de 2019 y, tras ellas, el PSOE volvió a ser el partido más votado con el 28% de los votos y 120 escaños (tres menos que en la anterior ocasión).
Finalmente, tras las segundas elecciones en ese mismo año, el PSOE y Podemos, formación entonces liderada por Pablo Iglesias, llegaron a un acuerdo de gobierno para convertir a Pedro Sánchez de nuevo en presidente del Gobierno de España, siendo investido en segunda ronda por mayoría simple. Sánchez logró conciliar el sueño con ministras y ministros de Podemos.
Una legislatura la de 2020-2023 que estuvo marcada por las disputas entre los dos partidos que formaban gobierno, pero en la que se aprobaron importantes cuestiones como la reforma laboral, el nuevo sistema de cotización para los autónomos, el bono joven cultural, el bono vivienda, la Ley de Eutanasia o una nueva subida del salario mínimo hasta los 1.080 euros, entre otras cosas.
Todo ello en medio de unos años convulsos en los que Pedro Sánchez tuvo que lidiar con una virulenta oposición, con las tensiones permanentes con Podemos y con cuestiones externas tan importantes como la pandemia de la Covid-19, el temporal Filomena, la crisis con Marruecos y Argelia, la guerra de Ucrania o la polémica de la Ley Sólo Sí es Sí que pretendía frenar la violencia sexual.
El tenaz joven que acudía a la televisión a defender al PSOE cuando nadie (o casi nadie) quería hacerlo es hoy presidente del Gobierno. Le escribieron una biografía titulada 'Manual de resistencia'. Un perfecto resumen de su vida política.
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