Pedro Sánchez y Begoña Gómez: una historia de amor y política
Nunca antes una historia de amor (un relato, en principio, privado) se había convertido en elemento central del debate político. Esa es la historia de Pedro Sánchez y Begoña Gómez. ¿Cuáles son sus respectivas biografías? ¿Cómo se conocieron?
Pedro Sánchez nació en Madrid el 29 de febrero de 1972 en el seno de una familia de clase media. Vivió en el madrileño barrio de Tetuán, estudió en un colegio de Chamberí y en el Ramiro de Maeztu y en 1997 salía en la tele. Defendía a un gobierno socialista muy tocado en el programa 'Moros y cristianos'. Era, entonces, un estudiante universitario con carné del PSOE.
Begoña Gómez nació en Bilbao allá por 1975. Pasó su infancia en la localidad leonesa de Valderas pero acabó en Madrid, donde estudió Marketing en ESIC. Sería ya en la treintena cuando ella y un motivado Pedro Sánchez comenzarían su relación.
Según una crónica de Mujer Hoy, tenía 31 años Pedro Sánchez cuando conoció a Begoña Gómez y, tal y como relató a Bertín Osborne en la televisión, aquello fue "un flechazo".
Afirmó Pedro Sánchez a Bertín que, una vez iniciado un volátil noviazgo, comenzó a quedarse en la casa que Begoña Gómez tenía en el barrio de La Latina. Pero ella no estaba nada convencida de consolidar esa relación.
Contó Pedro Sánchez en aquella entrevista televisiva: "No sabes la tabarra que le di, tuve que empeñarme mucho, me lo puso muy difícil". Finalmente, Begoña dijo sí y se fueron a vivir juntos.
No sería hasta mucho después (en 2006) cuando Begoña Gómez y Pedro Sánchez se casarían. La ceremonia la ofició Trinidad Jiménez (en la imagen), por entonces concejala en el ayuntamiento de Madrid.
Pero antes de que irrumpiese el amor en su vida, Pedro Sánchez daba sus primeros pasos hacia la cima. Finalizados sus estudios universitarios (Económicas y Empresariales), Pedro Sánchez había comenzado su carrera dentro del PSOE: con 26 años trabajó como asesor en el Parlamento Europeo.
Begoña Gómez y Pedro Sánchez tiene dos hijas muy jóvenes a quienes han preservado (de momento) del escrutinio del ojo público. Son Carlota y Ainhoa.
Hasta que Pedro Sánchez tuvo que pelear por el poder en el PSOE y pugnar por alcanzar la Moncloa., Begoña Gómez desarrollaba su trabajo como asesora para captación de fondos para ONG's y similares. Fue en los momentos de mayor dramatismo cuando ella decidió hacerse visible políticamente.
Begoña Gómez dio un paso al frente en 2016, cuando Pedro Sánchez se vio forzado a dimitir como secretario general porque la dirección del PSOE impuso votar de modo que pusiese gobernar Mariano Rajoy. Ahí comienza la pelea de Sánchez (defensor del "no es no" frente a Rajoy) para recuperar el liderazgo del partido y llegar a Moncloa y Begoña Gómez estará a su lado ostensiblemente.
Pudo verse en aquellos convulsos días de 2016 a Begoña Gómez cantando 'La Internacional' en Ferraz y animando a su marido con enorme energía. Pedro Sánchez ha admitido en más de una ocasión que el apoyo de Begoña Gómez en los peores momentos ha sido crucial en su carrea.
Pedro Sánchez llega a Moncloa y consolida definitivamente su poder en 2019, al inaugurar un gobierno de coalición con Podemos. Se plantea desde Moncloa entonces dar a Begoña Gómez una suerte de estatus de Primera Dama, como en otros paises, pero la idea se deshecha enseguida. Sin embargo, Begoña Gómez da un viraje a su carrera profesional que, unos años después, derivaría en acoso de los medios y crisis.
En 2018, con Pedro Sánchez ya como presidente del Gobierno, Begoña Gómez es nombrada directora del Africa Center del Instituto de Empresa. Hubo, entonces, algunas voces que apuntaron al peligro de una actividad profesional por parte de Begoña Gómez que podía verse interferida por las actividades internacionales de su marido.
Es en este 2024 cuando arrecian las informaciones sobre actividad privada de Begoña Gómez (como directora de una Catedra de Transformación Social Competitiva en la Universidad Complutense) que la derecha agita como posible "tráfico de influencias".
Lo que hay sobre Begoña Gómez son algunos encuentros privados con empresarios, una carta de recomendación para una empresa que recibió un contrato con la administración, titulares muchas veces distorsionados y exagerados y hasta un bulo en el que se le atribuía a la mujer de Pedro Sánchez una subvención que recibió una mujer de Cantabria con el mismo nombre.
Y entonces llegó el juez Juan Carlos Peinado y abrió diligencias previas tras una denuncia de la organización ultra Manos Limpias. Y la polìtica española explotó tras la carta de Pedro Sánchez declarándose "un hombre profundamente enamorado".
La carta de Sánchez y sus consecuencias políticas han confirmado la extraordinaria mezcla de amor y política que hay en esta historia. Ahora se abre un nuevo capítulo.