¿Peligro de contagio?: la variante del VIH que multiplica su virulencia
El titular de la revista Science del 3 de febrero de 2022 resultaba inquietante: "A highly virulent variant of HIV-1 circulating in the Netherlands (Una variante altamente virulenta del VIH-1 está circulando en los Países Bajos)".
A esta nueva variante se la ha denominado "BV" y, según los autores del artículo de Science (un equipo científico dirigido por el epidemiólogo Chris Wymant, de la Universidad de Oxford), multiplica por tres e incluso por cinco la cantidad de virus en sangre de quien se infecta.
Se ha detectado en un centenar de individuos de los Países Bajos. La mayoría (un 82%) son hombres.
El estudio de la variante BV del VIH revela que contiene ¡500 mutaciones! con respecto al virus original. ¿Cómo es posible? Los científicos responsables del estudio creen que, quizás, el virus está "mejorándose" al pelear contra la actual medicación contra el VIH.
Pero, más allá de que haya que vigilar la evolución de esta variante o el surgimiento de nuevas mutaciones, hay una buena noticia: los tratamientos antirretrovirales que se utilizan contra el VIH actualmente funcionan también contra este nuevo tipo.
Lo que sí puede considerarse una "mala noticia" es que la aparición de esta nueva variante supone la demostración científica de que los virus no siempre se atenúan y rebajan su malignidad (tal y como hemos repetido con la Covid) sino que pueden convertirse en algo peor.
Hay que recordar que los actuales tratamientos contra el VIH hacen que no se desarrolle ninguna enfermedad grave en el individuo infectado pero, además, rebajan la carga viral para que ese individuo infectado apenas pueda contagiar.
De hecho, en la investigación completa publicada por Science se aclara que, seguramente, lo hallado ahora es el último resto de una variante que tuvo mayor presencia pero que, gracias a los tratamientos, ha ido extinguiéndose.
Puede suponerse (siempre según el estudio publicado en Science) que esta variante más dañina y contagiosa surgió en la década de los 90 y a partir del año 2000 ha ido disminuyendo su expansión. La ciencia le ganó la partida.
Ha resultado inevitable que la alarma se instalase entre quienes creían que el virus de la Covid va a ir siempre a menos. Esta variante más dañina del VIH demuestra que no siempre los virus disminuyen su malignidad. Aunque algún experto ha recordado que esto ya se ha producido con el coronavirus: la versión Delta era más contagiosa y puede que más letal. Las vacunas y la prevención lograron dominarla.
La prevención, las medidas profilácticas, las pruebas ante la duda de posible infección... Los sistemas sanitarios modernos tienen herramientas para pelear contra los virus, incluso aunque estos aumenten su potencia.
Lo cierto es que, si no existieran los sofisticados tratamientos antirretrovirales de hoy en día, esta variante sería devastadora. Lo resaltaba Naciones Unidas en una información sobre este descubrimiento: "Las personas que viven con el nuevo subtipo experimentan el doble de deterioro del sistema inmunitario (recuentos de CD4) y tienen cargas virales más elevadas. También son vulnerables a desarrollar el SIDA entre dos y tres veces más rápido tras el diagnóstico".
Se cree que el VIH surgió por zoonosis en 1920. cuando saltó del chimpancé al humano hacia 1920. Pero fue en la década de los 80 del siglo XX cuando se extendió de modo masivo por todo el planeta.
Se ha acusado en más de una ocasión a Ronald Reagan, (muy conservador) presidente de los Estados Unidos durante los 80, de no prestar la debida atención al SIDA pensando que era una dolencia que sólo afectaba a toxicómanos o gente de vida promiscua. El activismo logró que la batalla sanitaria se generalizase. Y también concienció a la sociedad la triste lista de ilustres caídos por el SIDA: de Rock Hudson a Freddie Mercury pasando por el talentoso artista Keith Haring.
El descubrimiento de una nueva variante de VIH que se ha comunicado mediante un artículo de Science debe servir para ponernos en guardia. El SIDA continúa causando estragos y matando a miles de personas en el mundo, sobre todo en países pobres.
Y la ciencia ha de ser siempre la respuesta. Lo ha sido con la Covid y todo el discurso negacionista resulta más letal que cualquier mutación.