¿Qué está pasando en el sol?: la inmensa mancha surgida de la nada que vigilan los científicos
Desde finales del mes de agosto, en la superficie del sol ha crecido rápidamente una mancha oscura que ha llegado a alcanzar el tamaño de la Tierra. ¿Qué está pasando? ¿Existe algún riesgo real para el ser humano?
Imagen: Unsplash/Javid Naderi
Según pudieron observar los científicos, esa mancha oscura (denominada 'mancha solar') apenas existía antes de agosto de 2022. Sin embargo, en apenas dos días incrementó su tamaño más de 10 veces, dando lugar, además, a dos manchas con núcleos casi tan grandes como nuestro planeta. Según explicó en SpaceWeather.com el ex astrónomo de la NASA Tony Phillips "las tormentas extremas pueden ser inminentes".
Imagen: Dos manchas solares en 2016, NASA.
A esta mancha solar de crecimiento repentino la han denominado como AR3085. Las letras, en inglés, significan "región activa", y están acompañada de cuatro números identificativos.
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Las manchas solares son áreas grandes, oscuras y más frías que el resto de la superficie solar, como las que podemos ver en esta imagen ampliada. Lo de "más frías" es relativo porque su temperatura media suele ser equivalente a 3.700 grados centígrados, mientras que la zona a su alrededor puede alcanzar los 5.500 grados.
Imagen: NASA
AR3085 tiene la capacidad de provocar erupciones solares y de entrar en erupción, lo que provocaría que se expulsaran desde el sol partículas de radiación que podrían llegar a la Tierra e interferir con la atmósfera terrestre.
La principal preocupación de los científicos es que estas manchas apunten precisamente hacia la Tierra. Robert Cameron, de la Sociedad Max Planck de Alemania, aseguró en Deutsche Welle que "si se produjera una gran tormenta solar, podría dañar la infraestructura eléctrica en tierra y afectar a los astronautas en el espacio".
Además, si esto tuviera lugar, esas partículas lanzadas desde el sol hacia nuestro planeta interactuarían con nuestro campo magnético y supondrían un peligro, no solo para las redes eléctricas, sino también para los satélites. A esa onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol se le llama eyección de masa coronal o CME (por sus siglas en inglés: Coronal Mass Ejection).
Las eyecciones de masa coronal son enormes erupciones de gas ionizado a alta temperatura que se producen en el sol y que crean ondas que son expulsadas de él hacia el exterior. El gas expulsado puede provocar tormentas geomagnéticas que, al tocar la atmósfera terrestre, producirías daños en nuestros sistemas de comunicación.
Imagen: NASA
Las CME son frecuentes cuando la superficie del sol está más activa. Esto varía según el ciclo solar, que suele ser de aproximadamente 11 años.
Imagen: NASA
Actualmente, nos encontramos en el Ciclo Solar 25, que comenzó en diciembre de 2019, según lo confirmó la NASA en septiembre de 2020.
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De esta manera, es posible predecir cuándo será el próximo período de mayor actividad, denominado 'máximo solar'. La fecha estimada para ello se situaría entre noviembre de 2024 y marzo de 2026. Esta variación se puede medir por el número e intensidad de las manchas solares visibles en la superficie del sol.
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Cuando el Sol no está muy activo, durante el denominado 'mínimo solar', las eyecciones de masa coronal son raras. Sólo puede haber una cada semana. Por otro lado, en el 'máximo solar' es posible observar varias eyecciones, que se producen además todos los días.
Otra consecuencia de una CME sería la producción de auroras boreales o australes, un fenómeno óptico compuesto por luces intensas y brillantes que pueden observarse en los cielos nocturnos, a simple vista y en latitudes altas de la Tierra.
Las auroras son un espectáculo visual tan bello que, incluso, muchos turistas planifican sus vacaciones para poder disfrutar en primera persona de este maravilloso fenómeno.
A pesar de haber llamado la atención de la comunidad científica mundial, las manchas solares, tras ser observadas durante días, no parecen suponer un riesgo grave para la Tierra. Según han precisado, la baja actividad solar prevista para este período podría causar, como mucho, apagones de radio de corta duración.
Imagen: NASA
La NASA y otras agencias espaciales internacionales hacen una monitorización del sol las 24 horas del día y 365 días al año. Con una flota de naves espaciales, los científicos estudian su atmósfera y su superficie, e incluso el interior del sol utilizando instrumentos especiales.
Imagen: NASA
El Sol es el objeto más grande del Sistema Solar. Su volumen es tan grande que, según la NASA, necesitaríamos 1,3 millones de Tierras para llenarlo.
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Lo que puede parecer una amenaza, en realidad es parte de los movimientos y fenómenos naturales de nuestro universo. El campo magnético y la gravedad del sol son precisamente lo que mantiene unido al Sistema Solar, en órbita, desde los planetas más grandes hasta los escombros más pequeños.