¿Qué posibilidades hay de morir en España por ataque de un tiburón?
Casos como el impactante incidente en aguas del Mar Rojo ocurrido el 8 de junio de 2023 en Egipto, cuando un ciudadano ruso fue devorado por un tiburón tigre ante los ojos de los turistas que lo veían todo desde la orilla, ha provocado en buena parte de la sociedad la psicosis típica en torno a los escualos.
Una fobia alentada en las últimas décadas por la película de 1975 de Steven Spielberg 'Tiburón' ('Jaws') que, sin duda, contribuyó a que muchos y muchas bañistas sintieran desde entonces auténtico pavor a meterse al agua en las playas de todo el mundo.
¿Pero cuál es la probabilidad de que un tiburón nos ataque a lo largo y ancho de las costas españolas?
Lo cierto es que, cada año, es habitual que los medios recojan la visita de algunas especies de tiburones en playas concurridas plagadas de turistas. Una de las últimas ocurría el 15 de junio de 2023 en la playa de Aguamarina de Campoamor, municipio perteneciente a Orihuela (Alicante). Se trataba de una tintorera de dos metros que, al día siguiente, apareció sin vida en la cercana playa de La Caleta.
La presencia de tiburones en las playas españolas es más común de lo que imaginamos. De hecho, son más de 50 las especies que pueden llegar a nadar a escasos metros de los bañistas sin que estos se percaten en la mayoría de los casos
Y puede que pase desapercibido para muchos, pero la realidad es que, aunque su consumo no es habitual, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), España es el tercer pescador mundial de tiburón y el primero de la Unión Europea, con casi el 50% del total de capturas.
Pese a todo, según informó en junio de 2023 en una entrevista al Diario AS Pedro José Pascual Alayón, doctor en Biología Marina por la Universidad de La Laguna de Santa Cruz de Tenerife, la posibilidad de sufrir un ataque de tiburón en las playas españolas es de uno entre tres millones.
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Según coinciden todos los expertos, los casos de ataques son extremadamente raros. Así lo avalan datos como los recogidos por la web especializada International Shark Attack Files, de los que se desprenden que no ha habido ataques mortales en España en los últimos siglos.
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Suelen morder por mera curiosidad o por defensa en el caso de que se sientan amenazados o acorralados. En cualquier caso, las personas no se encuentran en el menú de los tiburones.
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De los ataques documentados de los últimos años, caben destacar uno de marzo de 1986, ocurrido en Tarifa (Cádiz), sufrido por un windsurfista que fue mordido en uno de sus pies por un jaquetón. Las heridas fueron de tal gravedad, que los médicos tuvieron que amputarle la extremidad. Según el relato de la víctima, podría haberse tratado de un tiburón blanco.
El tiburón que se comió vivo a un joven ruso, exhibido en un museo
Otro ataque recordado es el de septiembre de 1994 en Las Arenas (Valencia), a unos 200 metros de la costa, cuando un médico fue mordido en un pie por un tiburón de unos dos metros. Los conocimientos médicos de la víctima le permitieron realizarse a sí mismo un torniquete, aunque acabó perdiendo las cinco falanges de esa extremidad.
Y como no hay dos sin tres, el tercer ataque documentado más famoso nos lleva hasta el Golfo de Vizcaya, cuando, en 2012, un pescador vasco que estaba faenando fue mordido por un marrajo en uno de sus brazos.
Pero, ¿cuáles son los tiburones más comunes de nuestros mares? El más habitual de las costas españolas es la tintorera o tiburón azul, que suele medir unos 2,5 metros de largo y pesa alrededor de 80 kilos de peso.
Más grande es la cañabota gris, típico, sobre todo, en aguas del Mediterráneo, ya que está acostumbrado a las aguas tropicales. Pertenece a la familia de los Hexanchidae y mide sobre los cinco metros de largo, aunque, pese a sus dimensiones, es inofensivo para el ser humano, pues sólo se alimenta de peces y crustáceos.
Por otro lado, los pintarrojas (uno de los más pequeños y abundantes) o los cazones, son los otros dos tipos de tiburones que podemos encontrar con mayor frecuencia.
También es posible ver algunos tiburones martillo (tiburón martillo común, tiburón martillo liso) o tiburón nodriza en aguas españolas, sobre todo en las Islas Canarias y, especialmente, en Fuerteventura y Lanzarote.
Otro punto de las Islas Canarias, concretamente la playa artificial de Las Teresitas de Santa Cruz de Tenerife, se ha convertido en un criadero de tiburones ángel, muy característicos por su aspecto, similar al de las rayas.
Sí, el más temido de todos, el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), también ha sido visto en distintas ocasiones en las costas españolas. En 2018, por ejemplo, un tiburón blanco fue visto en aguas de Mallorca. Pero no ha sido la única ocasión.
El peregrino, el segundo tiburón más grande del mundo por detrás del tiburón ballena, con una dimensión que puede alcanzar los 10 metros de longitud, es otro tiburón típico en los mares de España. No obstante, no es un peligro para el ser humano, pues se alimenta de plancton.
Por último, y aunque sólo se ha visto en una ocasión, en julio de 1991 fue capturado un tiburón tigre, el segundo más peligroso del mundo tras el blanco, en la playa de Toros de Manilva (Málaga). Supuso un hito, ya que, hasta entonces, se pensaba que no había este tipo de tiburones en el Mediterráneo.
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