Rusia: la ira del pueblo de Kursk contra el poder de Putin

A pesar de la reciente reconquista de parte de este territorio ruso por parte del ejército del país, la región fronteriza de Kursk sigue ocupada por el ejército ucraniano.

La incursión, llevada a cabo para sorpresa de todos este verano pasado, es la primera invasión del territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Y constituyó una afrenta al régimen de Vladímir Putin.

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Más allá de la dimensión militar, ¿cómo vivieron los habitantes de la región la invasión y ocupación de su territorio? ¿Y cómo es su vida hoy?

En concreto, miles de residentes se vieron obligados a abandonar sus hogares. Según un recuento de las autoridades rusas, se trataría de alrededor de 120.000 personas desplazadas, tal y como recogía France Info.

Tres meses después del ataque ucraniano, las condiciones de vida de la población siguen siendo precarias. Muchos residentes tienen que alojarse en centros de alojamiento temporal.

El domingo 17 de noviembre, un centenar de desplazados acudieron a manifestarse en la Plaza Roja de Kursk para protestar contra su situación: un hecho notable en un país poco conocido por respetar la libertad del pueblo de manifestarse.

France Info recuerda que los funcionarios locales de las autoridades rusas fueron los primeros en huir cuando el ejército de Kiev llegó a Kursk, dejando a sus ciudadanos en una situación complicada.

"Quiero que estas personas sean castigadas por su inacción. Están ahí solo para venir a los centros de alojamiento, hacer fotos, darnos una camiseta…", declaró un residente citado por la radio francesa.

"La ayuda humanitaria entra por una puerta y sale por otra", añadió este hombre para recordar la ineficacia de las acciones emprendidas destinadas a su región.

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Mientras un funcionario del Ministerio del Interior intentaba intimidar a los manifestantes, estos le recordaron que la Constitución les garantizaba el derecho a la vivienda. El funcionario público finalmente abandonó sus amenazas y se fue.

Durante una reunión pública celebrada este mes, el gobernador de la región despidió directamente al jefe del distrito de Soudja. A pesar de los aplausos de la multitud, esta medida no parece haber sido suficiente para apaciguar el descontento de la población.

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El gobernador, a su vez, está sometido también a mucha presión, según informa France Info, medio que recuerda que el Gobierno central ruso envió hasta la región a un viceprimer ministro.

Este miembro de alto rango del aparato estatal ruso distribuyó certificados de vivienda a los habitantes de Kursk, asegurándose de que las cámaras que lo acompañaban grababan estas acciones. Pero la población ahora apela directamente a Vladímir Putin, el único al que nadie se atreve a criticar frontalmente.

Como indica Le Temps, la población local quiere "poner fin a esta guerra maldita", mientras que el ejército ruso aún no logra reconquistar completamente el territorio.

¿Representa la ofensiva de Kursk una amenaza para el régimen de Putin? En cualquier caso, este hecho se trata de "una espina clavada para los propagandistas del Kremlin", tal y como señala el periódico suizo, Le Temps.

¿Cuál es el futuro de esta región que sigue bajo control de las tropas ucranianas? Seguramente 2025 nos dará muchas respuestas a cómo se seguirá desarrollando la guerra en Ucrania y cuál será el destino de los habitantes de Kursk.

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