¿Se está convirtiendo Xi Jinping en el nuevo Mao?

Xi Jinping está allanando el camino para cumplir su tercer mandato como presidente de China, algo que no ha sucedido en décadas. Para colmo, una resolución histórica del Partido Comunista Chino lo ha elevado al estatus histórico de Mao Zedong y Deng Xiaoping. Muchos temen que Xi aspire a convertirse en un nuevo Mao y, como "Gran Timonel", poner en sus manos el futuro del gigante asiático.

Xi Jinping nació en Pekín en 1953. Su padre Xi Zhongxun, que aparece en esta foto a la derecha en una visita a Australia en 1979, fue parte de la primera generación del comunismo en el poder en China. El viejo Xi era considerado como un moderado dentro del partido, lo que generó muchos problemas tanto para él como para el resto de su familia.

El joven Xi estudió Química de 1975 a 1979 en la Universidad Tsinghua y ascendería dentro del aparato político del Partido Comunista Chino a lo largo de las siguientes décadas. En la imagen, podemos ver a Xi Jinping en el año 2000, cuando aún era gobernador de la provincia de Fujian.

Xi Jinping sucedió a Hu Jintao en 2012 como presidente de China, secretario general del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central. Con todo ello, pasó a convertirse en el líder supremo del país.

A diferencia de sus predecesores, Xi Jinping siempre ha buscado romper con esa tradición o regla colectiva basada en el consenso acerca del liderazgo personalista. Xi redefinió el gobierno chino a su alrededor, centrando el poder en torno a él y mostrando un estilo personalista basado en la acumulación de ese poder que se asemeja al de Mao.

Según un artículo de The Wall Street Journal, el presidente de China ha desarrollado "un culto a la personalidad y ha rediseñado el sistema para la eliminación de los límites en el número de mandatos, lo que le permitiría convertirse en gobernante de por vida". Xi Jinping ha logrado incluso incorporar su pensamiento político a la Constitución china.

La eliminación de los límites en los mandatos al frente del Gobierno también acaba con el tradicional relevo generacional que suele producirse dentro del liderazgo en China. En lugar de ser reemplazado por miembros más jóvenes y más modernos del Partido Comunista en 2022, Xi va a buscar extender su Gobierno al menos cinco años más y, potencialmente, de por vida.

Bajo su gobierno, Xi Jinping ha consolidado a China como una superpotencia mundial. De hecho, el país asiático ha superado a Estados Unidos como la mayor economía del mundo.

El gobierno chino lanzó la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2013, un gigantesco proyecto de infraestructuras que afecta directamente a más de 70 países. El proyecto ha sido descrito por The New York Times como "la columna vertebral de la agenda económica y geopolítica de China".

Sin embargo, el crecimiento tecnológico o económico no ha venido acompañado de un aumento de los derechos humanos y sociales. De hecho, algunos expertos como Jonathan Tepperman en Foreign Policy, sostienen que "Xi Jinping está desmantelando metódicamente prácticamente todas las reformas que hicieron posible el espectacular crecimiento de China en las últimas cuatro décadas".

Ese enfoque personalista a la hora de gobernar, a través del cual todo está centralizado en su figura, ha venido también acompañado de un control más estricto de los medios de comunicación y de la población en general. NPR ha señalado que el país asiático introdujo en 2021 reglas más férreas para los medios que van desde limitar las horas de juego on line hasta prohibir la presencia de los hombres que pudieran parecer homosexuales en la televisión.

Bajo el disfraz de una fuerte identidad nacional, el gobierno central de China también ha reprimido a grupos minoritarios como los uigures, en la provincia occidental de Xinjiang.

La cadena Al-Jazeera se hizo eco en una de sus informaciones de que el pensamiento de Xi Jinping ha sido incluido dentro del plan de estudios de la escuela china con el objetivo de "extender su culto a la personalidad entre los niños de tan solo siete años y formar con ello a una nueva generación de patriotas".

Entre los 14 principios del Pensamiento de Xi Jinping está el dominio total del partido en todos los aspectos de la vida: "El gobierno, los militares, el pueblo, la academia y todos los círculos, el partido lidera todo". También establece que "el sueño chino debe ir de la mano de un entorno internacional en paz y un orden internacional estable".

Algunos piensan que Estados Unidos y China han iniciado una especie de Guerra Fría. Pero, aunque las tensiones con los estadounidenses han aumentado en la última década, The Guardian recalca que un conflicto entre las dos potencias es poco probable, ya que ambos países aún dependen económicamente uno del otro. "La posición de Xi parece inexpugnable ahora", asegura el politólogo Rana Mitter para The Guardian.

Lo único que podría detener virtualmente a Xi Jinping, según Mitter, es verse obligado a dimitir presionado por la misma élite política que ungió su filosofía como "marxismo para el siglo XXI" y por "la esencia de la cultura china y el espíritu de China".

Con sus rivales políticos neutralizados y un estricto control sobre la sociedad china, nadie está seguro de cuánto tiempo permanecerá Xi Jinping en el poder. Lo cierto es que Xi ya ha dejado huella en todo el mundo y será recordado como uno de los líderes más importantes e influyentes de la China moderna.