¿Será posible cerrar la Puerta del Infierno de Turkmenistán?
El pozo de Darvazá, más conocido como Puerta del Infierno, lleva con sus fauces abiertas y llameantes desde hace medio siglo en Turkmenistán, país de Asia Central.
Situado en el desierto de Karakum, este cráter de 70 metros de ancho y en torno a 30 metros de profundidad, es una de las principales atracciones turísticas de la zona.
Pero el que fuera presidente de Turkmenistán hasta marzo de 2022, Gurbanguly Berdymukhamedov, ordenó buscar la forma de apagar el fuego que surge de la tierra árida. Quiere cerrar la puerta del Averno. Y en esa tarea siguen las autoridades ahora que gobierna... su hijo: Serdar Berdimuhamedow.
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Entre los motivos aludidos por las autoridades está la salud de las poblaciones cercanas al desierto de Karakum y el hecho de cómo afecta el calor extremo constante al entorno.
Las autoridade aseguran que la pérdida de gas natural constante, a causa de la combustión, supone un desperdicio de recursos naturales que pueden ser aprovechados de muchas formas.
El cráter de gas de Darvaz tiene su origen se remonta a la década de los 70. O eso se cree.
La versión más extendida en el país apunta a una expedición soviética que, allá por 1971 y en busca de gas, perforó en la zona equivocada, explotando una bolsa de gas que creó el cráter y tres sumideros.
Para evitar que los gases de metano fueran expulsados a la atmósfera, expertos geólogos optaron por prender fuego al gas, en lo que podría ser considerado un error ya que prolongó un fuego que no se apaga.
Los geólogos pensaban que el gas ardería durante algunas semanas y acabaría apagándose. El resultado fue que el gas sigue saliendo y el fuego se mantiene activo más de 50 años más tarde.
No obstante, el explorador canadiense George Kourounis, quien visitó la zona en una expedición para National Geographic, reconoce que no es posible conocer el origen real de este cráter. No encontró información, documentos, ni vecinos que supieran del origen.
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George Kourounis llegó a asegurar, al ver el cráter en persona, que "era el tipo de lugar del que podría salir el propio Satanás". Sin duda, llamarlo la Puerta del Infierno resulta adecuado.
La pregunta es, ¿cómo van a cerrar este cráter gigante? Según confirma el diario nacional oficial Neytralny Turkmenistán, el ex presidente Gurbanguly Berdymukhamedov puso trabajar a científicos locales para que busquen una solución.De no encontrarla, no dudarían en solicitar ayuda a consultores extranjeros, con el fin de encontrar una forma plausible para clausurar definitivamente esta puerta infernal.
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A pesar de que la Puerta del Infierno se ha convertido en un punto de obligada visita para todo turista que viaja a Turkmenistán, el gobierno turcomano tiene claro que cerrarlo es la mejor opción.
El motivo es que, por mucho turista que atraiga este fuego diabólico, el dinero que pierde el país con el gas que se escapa de forma permanente por el cráter, resulta mucho mayor.
El investigador Jeronim Perovic calculó, según declaraciones recogidas por la BBC, que la cantidad de gas natural que puede dejar escapar el cráter ronda los 16.000 metros cúbicos anuales: "Lo que Suiza utiliza en un año".
Sin embargo, de momento no hay especificaciones técnicas ni un plan claro para cerrar esta boca del infierno que exhibe sus llamas en medio de un territorio desértico de Turkmenistán.