Terrores nocturnos: ¿qué son y cómo afrontarlos?
Te vas a dormir con normalidad y, de repente, despiertas gritando, sudando, sin saber dónde estás, con el corazón acelerado y lágrimas brotando de tus ojos. ¿Qué ha pasado? Has tenido un terror nocturno y es más habitual de lo que imaginas.
Según la American Academy of Sleep Medicine (AASM), los terrores nocturnos se engloban en la categoría de parasomnias, donde comparten espacio con pesadillas, parálisis del sueño o sonambulismo, entre otras afecciones.
Foto: Freepik
En el caso de los terrores nocturnos, se trata de un despertar no completo, en el que la persona afectada no está ni dormida, ni despierta y se suelen dar en los primeros compases del sueño durante la noche, el momento donde el sueño es más profundo.
Según un estudio de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, los terrores nocturnos afectan entre el 1 y el 5% de niños en edad escolar, especialmente entre los 3 y los 6 años. Y, aunque suele desaparecer con los años, hay adultos que aún sufren esta afección.
Cuando China exterminó a los gorriones y causó la muerte de millones de personas
Y es que los terrores nocturnos suelen estar vinculados a pasajes estresantes del día a día: pérdida de un ser querido, conflictos familiares, un cambio de vivienda, problemas en el centro escolar, exámenes o estrés en el trabajo, por poner algunos ejemplos. Es decir, situaciones a las que todo el mundo está expuesto.
Foto: Freepik
Eso sí, no siempre están relacionados con las circunstancias personales de la persona afectada, sino que pueden tener detonadores que los desencadenen. Desde un ruido externo, a la vejiga llena de orina apretando con urgencia, estados febriles complicados o abuso de sustancias.
Foto: Freepik
Obviamente, las pesadillas y sueños inquietantes o desagradables también propician la aparición de estos terrores nocturnos. En muchas ocasiones, los sueños recurrentes son compartidos por millones, pues los miedos de la humanidad son muy similares: huir de alguien, estar encerrado, enterrado, rodeado de bichos, desnudo en plena calle...
Foto: Freepik
Lo más complicado es que cuando aparecen los terrores nocturnos, según confirma el citado estudio, no suelen hacerlo de forma aislada, sino prolongarse durante una temporada.
Foto: Freepik
La pregunta es, ¿cómo debemos reaccionar ante alguien que sufre de terrores nocturnos? Lo principal es intentar calmar al afectado, tranquilizarle y llevarle lo antes posible de vuelta a la cama.
Pisar una cucaracha es más peligroso para la salud de lo que se pensaba
Huelga decir que debemos evitar toda discusión o enfrentamiento directo con la persona, incluso el contacto físico, al no saber cómo será su reacción ante una situación en la que puede no saber ni dónde está.
Foto: Freepik
Para realizar un diagnóstico adecuado, según informa el citado estudio, es imprescindible hacer un seguimiento de varios episodios y, sobre todo, determinar si son terrores nocturnos u otras alteraciones como las parasomnias antes citadas o, incluso, crisis epilépticas.
Foto: Freepik
En ocasiones, hay quienes deben realizar una prueba del sueño y pasar la noche en el hospital, para poder analizar su caso. Para garantizar el sueño profundo en un entorno tan hostil, se suele pedir a los afectados que no duerman la noche previa.
Foto: Freepik
En el caso de los niños es distinto. Se cuenta con que estos episodios desaparezcan con el paso del tiempo, por lo que se recomienda seguir determinadas pautas previas para que estos terrores nocturnos se vayan por sí solos.
Foto: Freepik
Horarios regulares, no privarles de sueño y, de ser necesario, poner protección en ventanas para evitar problemas mayores pues, en ocasiones, pueden levantarse sin ser conscientes.
Foto: Freepik