¿Y si Rusia está ganando la guerra de Ucrania?
El pasado 7 de julio hizo Vladímir Putin una intervención con aire victorioso y retador. Aseguró con respecto a la guerra en Ucrania: "Aún no hemos empezado nada en serio". El tono era de optimismo. Pero ¿tan bien le va la guerra a Rusia? ¿Va ganando Putin su batalla contra Zelenski? ¿Qué dicen los datos concretos y cuál es el veredicto de los expertos?
Max Hastings, escritor especializado en conflictos bélicos, escribió en la web de Bloomberg: "Rusia está fortificando los territorios que ha ocupado. A pesar de las sorprendentes pérdidas y la baja moral de su ejército , Putin todavía tiene a su disposición un inventario de armas sin usar".
El modo en que el pueblo ucraniano resistió en los primeros días la invasión rusa, con el liderazgo sólido de Zelenski, dio la impresión de que Putin había perdido su apuesta. No tomó Kiev en pocas horas ni tampoco otros territorios, que fueron conquistados tras semanas de dura lucha. Zelenski ganó el primer asalto pero...¿y ahora?
Prolongar la guerra, convertirla en un conflicto de desgaste, es algo que conviene a un país como Rusia, con muchos más recursos bélicos que Ucrania. Y eso es lo que se está produciendo ahora mismo. Una guerra que se alarga sin que esté claro que Ucrania pueda aguantar meses y meses así.
De momento, Occidente apoya a Zelenski pero si la guerra dura, puede que dichos apoyos vayan desapareciendo.
Lo resumía Matthew Sussex (del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa de la Universidad Nacional de Australia) en un artículo para The Conversation con un título certero: 'La invasión rusa de Ucrania no terminará pronto y Putin cuenta con la poca capacidad de atención de Occidente'.
El compromiso europeo con Ucrania se verá puesto a prueba si en invierno Rusia corta el gas a países como Alemania o Hungría. En ese caso, puede que la opinión pública de estos países abogue por una negociación con Putin antes que sufrir padecimientos.
Lo que resulta evidente es que Putin no cede, y que está dispuesto a seguir enviando soldados a Ucrania. Recientemente The New York Times hablaba de una "movilización sigilosa (Stealth Mobilization)" por parte de las autoridades rusas: reclutamientos masivos prometiendo más dinero y tratando de captar a jóvenes ideologizados en defensa de la patria.
Y luego está la duda de si las sanciones económicas contra Rusia están siendo tan eficaces como se creía. De momento, la realidad es que la economía rusa no se ha desplomado.
McDonald's cerró sus 850 establecimientos y, en seguida, fueron adquiridos por el millonario ruso Alexander Govor y siguen funcionando, con otro nombre, a pleno rendimiento. Rusia posee un gran consumo interno y, además, hay países que no secundan las sanciones y siguen comprando petróleo u otros productos.
Bussines Insider recogió un cálculo de un alto cargo del gobierno ucraniano que aseguraba Rusia estaría ingresando unos 1.000 millones de dólares diarios por la venta de su petróleo. Más que antes de la guerra porque el precio del crudo se ha disparado. La cifra ha sido citada muchas veces como ejemplo de la fortaleza de Rusia como exportador de materias primas pese a la guerra y las sanciones.
Otro dato de que la guerra no afecta a Rusia tanto como se pensaba es su inflación, alta (muy alta, de hecho: ha llegado a superar el 17%) pero controlada de momento. Añádase que el problema de la inflación es global y en la Unión Europea ya hay nueve países que han superado el 10%.
Larry Eliott, columnista de The Guardian, fue tajante titulando uno de sus análisis: 'Rusia está ganando la guerra económica, y Putin no está más cerca de retirar las tropas'
Para gobiernos como el de China, India o muchos de Latinoamérica, la guerra de Ucrania es un asunto interno que no les impide hacer negocios y tener relaciones estables con Rusia. De ahí que el aislamiento de Putin sea relativo, por mucho que la propaganda occidental hable de su soledad.
Todo este panorama hace que cada vez haya más voces que critiquen el triunfalismo occidental y den cierta ventaja a Rusia en esta guerra.
Queda, por supuesto, la heroica resistencia ucraniana. La guerra ha puesto en pie a un pueblo cuya cohesión y entrega ha asombrado al mundo. ¿Es suficiente eso para ganar una guerra? Zelenski tiene claro que no y por eso pide armas.
Fue el propio Zelenski quien, según recogió Aljazeera, dijo a principios de verano que los rusos controlaban un 20% del territorio ucraniano. En tres meses han logrado un corredor por la costa del mar de Azov de Donetsk a la península de Crimea. Odesa es su próximo objetivo.
Otra pregunta pertinente es hasta qué punto de dominio del territorio quiere llegar Putin. Ya está claro que no quiere someter a toda Ucrania sino negociar cuando consiga la porción del pastel que desea.
Tras un comienzo de la invasión en el que Rusia pecó de exceso de confianza y tuvo que replegarse, ahora Putin aplica una estrategia paciente. Y aguarda a que llegue "el general invierno", que derrotó a Napoleón y que atemoriza a Europa por la posibilidad de restricciones energéticas, crisis y hambruna en África.
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