Zelenski revela la magnitud del problema al que se está enfrentando Ucrania en Kursk
Las Fuerzas Armadas de Ucrania que han invadido una parte del Óblast ruso de Kursk se enfrentan a 50.000 soldados rusos, según ha revelado el propio presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Zelenski reveló durante su discurso nocturno a la población ucraniana que los soldados que están luchando en Kursk estaban conteniendo a un agrupamiento masivo de soldados rusos en la región.
"Nuestros hombres están conteniendo… a 50.000 militares de los invasores; a causa de la operación en Kursk, no pueden ser enviados a otras direcciones ofensivas de Rusia en nuestro territorio", afirmaba el presidente ucraniano, según BBC News.
El presidente ucraniano también reveló que la operación de Kiev en Kursk estaba siendo efectiva, ya que reducía la capacidad de Moscú de atacar en cualquier otro sitio, algo que Zelenski ya dijo que era uno de los objetivos claves de la operación de Kursk.
El 6 de agosto, las fuerzas de Ucrania invadieron la región fronteriza de Kursk en Rusia, en una acción que al principio muchos creyeron se trataba simplemente de un asalto transfronterizo, pero que en realidad era una operación para hacerse con parte del territorio.
Por qué Ucrania se decidió a invadir Rusia es algo que han explicado muchos altos cargos, incluyendo Zelenski. Sin embargo, el comandante en jefe de Ucrania, el general Oleksander Syrskyi, recientemente ha dado más detalles sobre la lógica de la operación.
En una publicación de Facebook, el 6 de noviembre, Syrskyi explicó que la operación de Kursk estaba destinada a desbaratar un ataque ruso que iba a ser lanzado desde la región y también para que un gran número de soldados rusos se desviara de otras líneas amenazas del frente.
"En mayo de este año, inteligencia confirmó el plan del enemigo de lanzar una ofensiva en dirección Sumy desde la región rusa de Kursk para establecer lo que se conoce como una 'zona de amortiguación' en el norte de Ucrania”, afirmaba Syrskyi, según una traducción de United24.
"Esto estaba pensado como continuación de la operación rusa en la dirección de Járkov. Por lo tanto, se tomó la decisión de llevar a cabo una operación ofensiva preventiva, para redirigir las acciones de combate hacia territorio enemigo en la región de Kursk", añadía Syrskyi.
Aunque las últimas declaraciones de Zelenski revelaban que el plan de desviar las tropas rusas lejos de otros frentes había funcionado, un artículo del 10 de noviembre de The New York Times señalaba que Rusia había reunido a unos 50.000 soldados en Kursk, sin necesidad de redirigir soldados de otros frentes.
"Un nuevo análisis de Estados Unidos ha concluido que Rusia ha reunido a esas tropas sin necesidad de sacar soldados del este de Ucrania, su campo de batalla de principal prioridad, permitiendo a Moscú seguir ejerciendo presión en múltiples frentes de forma simultánea", afirmaba The New York Times.
Si The New York Times está en lo cierto o no es algo que se desconoce, pero el general Syrskyi ya había informado con anterioridad que, de no ser por la operación en Kursk, decenas de miles de potentes asaltos por parte de Rusia se habrían producido en otras posiciones claves en la línea del frente.
Los soldados rusos han ido tomando poco a poco el territorio que Ucrania capturó en Kursk, según señala un cargo anónimo de Estados Unidos, que habló con The New York Times y contó que las fuerzas de Rusia no habían iniciado todavía ningún asalto de gran envergadura en la región.
El 10 de octubre, el ejército ruso lanzó un contraataque en Kursk que tuvo algo de éxito a la hora de recuperar una porción de tierra que había sido capturada por Ucrania. Sin embargo, las fuerzas ucranianas consiguieron aguantar el ataque y retener una gran porción de territorio ruso.
El 11 de noviembre, The Telegraph informó que Vladímir Putin espera que las Fuerzas Armadas de Rusia logren recuperar Kursk antes de que Donald Trump sea investido presidente el 20 de enero de 2025, según datos de la inteligencia de la OTAN.
Trump ha prometido poner fin a la guerra en Ucrania, por lo que, si Rusia logra recapturar la región de Kursk antes de que Trump intente forzar las conversaciones de paz entre Moscú y Kiev, podría deshacerse de un punto importante de negociación del bando ucraniano.
Si Rusia será capaz o no de recuperar Kursk en el futuro inmediato es algo que aún está por ver, pero el cambio geopolítico seguro que solo añadirá más muerte y destrucción a lo que ya está experimentando la región a medida que los dos países intentan fortalecer sus potenciales posiciones de negociación.