Un trapo y una cárcel o el curioso origen del cepillo de dientes

¿Cuánto te lavas los dientes?
Más importante que el móvil o el coche
Cumple 2.300 años
Usando lo que se podía
Salto al siglo XVI
Marfil y crines
El padre de la Odontología
Mejor una esponja natural
Diversas opciones
Y de repente, William Adis
Preocupado por sus dientes
Un invento que cambió la historia
No fue el primero pero sí el viral
Evoluciones y mejora
Lo del enjuague era aún peor
¿Cuánto te lavas los dientes?

¿Cuántas veces te lavas los dientes al día? Esta pregunta implica que, más allá de la respuesta, demos por hecho que en casa tenemos un cepillo de dientes para hacerlo. Pero, ¿sabía que el origen del cepillo de dientes contemporáneo está en una cárcel?

 

Más importante que el móvil o el coche

A finales de siglo XX, el Instituto de Tecnología de Massachusets (MIT) hizo una encuesta en la que preguntó a miles de norteamericanos por los inventos más importantes de la historia. Microondas, móvil, ordenador y coche ocupaban del segundo al quinto puesto, pues el primero fue para el cepillo de dientes.

Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan

Cumple 2.300 años

Toca remontarse al año 300 a. C. para encontrar las primeras referencias a cepillos de dientes cuando, en las tumbas egipcias, se encontraron ramas que se usaban a modo de cepillo dental.

 

Usando lo que se podía

Para poder usarlas, se adaptaba un extremo de la rama para que éste tuviera un tacto más blando y fibroso y no dañar la dentadura al limpiarla.

Salto al siglo XVI

Hay que saltar hasta el siglo XVI en China para encontrar un primer cepillo dental medianamente moderno. Se usaba un hueso de marfil al que se le ponían pelos de animales que vivieran en climas fríos, por ser más duros. Eran otros tiempos.

Objetos cotidianos que están a punto de desaparecer

Marfil y crines

No tardó mucho en llegar a Europa, aunque durante décadas fue un elemento de lujo, al que sólo tenía acceso la nobleza por su alto coste, pues en el Viejo Continente se usaba marfil para el mango y crines de caballo para las cerdas.

 

 

El padre de la Odontología

Pero en ésas que llegó el Dr. Pierre Fauchard, padre de la Odontología, y en 1723 ofreció la primera explicación sobre un correcto cepillado de los dientes.

Mejor una esponja natural

El doctor Fauchard consideraba que los cepillos de la época eran demasiado blandos y su cepillado no era óptimo, por lo que sugirió cambiarlos por esponjas naturales para frotarse los dientes con fuerza.

Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan

Diversas opciones

Quienes preferían el método original, iban cambiando las crines de caballo por pelo de tejón, plumas de aves o, directamente, mondadientes de plata.

Y de repente, William Adis

Sin alguien que pusiera al mundo de acuerdo en la mejor forma de afrontar la higiene dental, llegó 1770, año en el que William Adis estaba encerrado en la prisión de Newgate, en Londres, por causar disturbios en Spitalfields.

Preocupado por sus dientes

El tiempo muerto que pasó entre rejas, llevaron a que se preocupara de su inmaculada dentadura que, por aquel entonces, solía limpiarse con un trozo de tela de lino combinada con sal.

Leyendas urbanas de la ciencia que todos nos hemos creído

Un invento que cambió la historia

Obviamente, la tela de lino en la cárcel no era lo más higiénico y decidió buscar alternativas. Así, un día se guardó un hueso de la cena y consiguió hacerle varios agujeros en los que pegó varias cerdas. Sin saberlo, William Adis estaba cambiando la sociedad, tal y como se conocía.

No fue el primero pero sí el viral

De hecho, al salir de la cárcel, mejoró su invento, lo comercializó y, obviamente, se hizo millonario. Y sí, es cierto que el concepto de cepillo ya se tenía pero fue su diseño el que se viralizó y que, en cierta medida, ha llegado a nuestros días.

Evoluciones y mejora

Con el paso del tiempo, las cerdas se cambiaron por nailon, se hicieron más suaves o se creó el cepillo eléctrico. La realidad es que el diseño de cepillo de dientes de William Adis se mantiene en los actuales.

 

Lo del enjuague era aún peor

Por cierto, el primer enjuague bucal del que se tiene constancia fue desarrollado por Escribonius Largus, un médico romano del siglo I a. C. que mezcló polvo de piedra pómez, miel, sal y vinagre. ¿A que ahora el que usas no parece tan picante?

Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan

Más para ti