¿Cómo reaccionaría si alguien intentara coquetear con su pareja?

Imagine la siguiente escena: se encuentra en un establecimiento junto a su pareja cuando, inesperadamente, una persona se aproxima y comienza a coquetear abiertamente con ella, a pesar de que su pareja no responde a las insinuaciones. ¿Cómo reaccionaría usted ante esta situación?

Parece lógico pensar que, de forma instintiva, la reacción normal sería enfado, celos, incluso conato de violencia, cargado de un aumento de deseo por tu pareja, ante la presencia de competencia, ¿verdad? Pues lo que ocurre, aunque no lo creas, es todo lo contrario.

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Un estudio publicado en 'Journal of S3x Research', realizado por investigadores de la Universidad de Rochester (USA) y la Universidad Reichman de Herzliya (Israel) demostraron que a pesar de que tu pareja ignore a la otra persona que trata de ligar con ella, la atracción y el deseo que sientes hacia tu pareja empieza a disminuir.

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Gurit Birnbaum, responsable del estudio y profesora de Psicología de la Universidad de Reichman, marca la diferencia entre lo que son las parejas recién creadas de las parejas ya establecidas y aquí es donde entra la sorprendente reacción al flirteo ajeno.

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Según la psicóloga, cuando una pareja está en un estado incipiente, que otras personas se interesen por ella, incrementa el deseo y la hace más atractiva. Pero cuando la pareja ya lleva un tiempo de relación, la reacción es completamente contraria.

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Cuando la pareja está establecida, los elementos para que la relación funcione son tan sencillos como pasar tiempo juntos o hacerse regalos, considerados como ejemplos de tácticas positivas, según recoge el estudio.

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Por el contrario, poner celosa a la pareja, lejos de lo que está socialmente establecido, resulta contraproducente en relaciones asentadas y la otra parte suele tender a abandonar las tácticas positivas antes mencionadas.

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La explicación a esta reacción es tan sencilla como protegerse por el miedo a perder a la pareja. Es un método natural de defensa para protegerse del daño y éste tiende al distanciamiento emocional o la retirada de inversión en la relación, con el objetivo de suavizar una posible ruptura, apunta el estudio.

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Es decir, la respuesta natural del ser humano, lejos de apegarse a una relación de confianza y abrazar el compromiso establecido previamente, tiende al catastrofismo sentimental y busca minimizar un posible golpe a la autoestima propia.

El resumen del estudio es sencillo: coquetear con otra persona para dar celos a tu pareja puede ser contraproducente y, en vez de mejorar la relación, puede terminar dañando la conexión que pretende recuperar.

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