Los problemas crecen para el hombre más rico del mundo: ¿qué le pasa a Elon Musk?
Hubo un tiempo en el que Elon Musk era visto como un Iron Man de la vida real, un inventor rico y entretenido que hacía realidad lo imposible. Hoy en día, el multimillonario nacido en Sudáfrica parece distar mucho de un superhéroe.
Los años más recientes de Musk han sido definidos por intentos incómodos de generar espectáculo, publicaciones extrañas en las redes sociales y decisiones comerciales erráticas, como comprar (dicen) Twitter por capricho. Mucha gente se pregunta qué le pasa al hombre más rico del mundo.
Sin embargo, aparte de sus fans y haters, gente muy poderosa también especula sobre el peculiar comportamiento de Elon Musk. Según el Wall Street Journal, los ejecutivos de Tesla y SpaceX están profundamente preocupados por los numeritos de su fundador y director ejecutivo.
Específicamente, la alta dirección de las empresas de Musk cree que su conducta extraña y errática se podría deber, supuestamente, a algún hábito poco saludable.
¿Su mayor preocupación? Que el comportamiento del hombre más rico del mundo podría, en última instancia, llevar a la ruina a las empresas que fundó.
Charles Elson, director fundador del Centro Weinberg de la Universidad de Delaware, habló con la revista Fortune sobre las implicaciones que el desempeño de Musk (acompañado de estos malos hábitos) podría tener para su empresa.
“Cada vez se altera más su juicio, es un problema para cualquier empresa”, explica Elson a Fortune. “Si le pagan para que sea director ejecutivo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo cual es así, entonces cualquier cosa que perjudique significativamente el juicio es un problema”.
CNBC explica que el supuesto consumo de estas sustancias perjudiciales para la salud por parte de Musk no sólo podría ir en contra de la política de sus propias empresas, sino que también podría ser la causa del cese de contratos con el Gobierno de Estados Unidos.
Según The Wall Street Journal, a los ejecutivos también les preocupaba que Musk estuviera consumiendo algo cuando tuiteó que haría de Tesla una empresa privada, vendiendo cada acción por 420 dólares. 420 es un número utilizado como código para cierta planta no del todo saludable.
El humor juvenil de Musk llevó a una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores y a una multa de 40 millones de dólares.
Musk también ha confesado en X (anteriormente conocido como Twitter) que consume ketamina y que supuestamente tiene una receta para tratar la depresión y los “pensamientos negativos”.
Según Bloomberg, el consumo de Musk no es una sorpresa y ha sido una especie de secreto a voces, principalmente en fiestas privadas.
Sin embargo, Bloomberg destaca que, tras el incidente de Joe Rogan, Musk afirma que ha sido sometido a pruebas aleatorias antidoping y, hasta el momento, nunca ha dado positivo en ninguna.
Fortune destaca que Elon Musk no es el único director ejecutivo involucrado en psicotrópicos. De hecho, algunas figuras destacadas de Silicon Valley elogian el uso de las mismas para derribar sus barreras mentales.
Según datos del Departamento de Salud de EE. UU., uno de cada cuatro estadounidenses de 12 años o más confesó haber consumido sustancias ilícitas en 2022. Sin embargo, probablemente se esperaría más de un multimillonario y emprendedor tecnológico de tan alto perfil como Musk.