Menos amigos y cada vez más solos: ¿vivimos una 'recesión de la amistad'?
¿Cuántos amigos tienes? ¿Y a cuántos de ellos los consideras amigos de verdad? Según algunos expertos, el número de amistades verdaderas se ha reducido en los últimos años.
Un estudio realizado en 2021 por Survey Center of American Life revela que el número de hombres que afirmaron no tener amigos cercanos fue de 3% al 15% desde 1990.
La cantidad de hombres que afirman tener al menos seis amigos cercanos pasó del 55% al 27% durante la misma época.
Esta “recesión de la amistad” afecta a hombres y mujeres, pero no de la misma manera.
Los hombres son los más afectados. El estudio destaca que son menos propensos a buscar apoyo emocional o compartir sentimientos con sus allegados en tiempos de crisis.
El economista Bryce Ward, entrevistado por Reader’s Digest, argumenta que alguno de los responsables por esta falta de amigos son la pandemia de Covid-19, el mayor uso de la tecnología y la menor cantidad de actividades grupales.
Otra tendencia que apunta el Survey Center of American Life es que, a diferencia de las generaciones anteriores, la gente de Estados Unidos ahora pasan el doble de tiempo con sus hijos en lugar de personas de su misma edad.
“Hacemos más ejercicio solos… salimos de compras solos… el tiempo en clubes sociales y ligas de bolos y todo eso… se ha reducido”, explica Ward a Reader’s Digest.
La soledad, señala la web de noticias VOX, puede afectar a nuestro sistema inmunológico y ser perjudicial para nuestra salud.
Una persona aislada tiene más posibilidades de padecer diabetes, cáncer, hipertensión y enfermedades del corazón.
Todo esto y sin comenzar a hablar cómo el aislamiento afecta la salud mental y origina todo tipo de dolencias, desde la interrupción del sueño hasta el Alzheimer.
Un artículo de 2022 de Catherine Pearson para The New York Times ofrece cuatro estrategias que podrían ayudar a los hombres a lidiar con la actual “recesión de la amistad”.
En primer lugar, no tener miedo de mostrar vulnerabilidad y compartir sentimientos e ideas con los demás.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que hacer nuevas amistades puede ser más difícil a medida que pasan los años. A veces hace falta salir, hacer un curso o unirse a un club centrado en intereses comunes.
También hay que buscar conexiones con la gente que nos rodea. Por ejemplo, invitar a algunos colegas a tomar algo después del trabajo o intercambiar palabras con la gente de tu gimnasio o supermercado.
Por último, ¡no te olvides de estar pendiente! Puede que no parezca mucho, pero un mensaje de texto casual, una llamada telefónica o una visita pueden hacer maravillas para desarrollar nuevas amistades y fortalecer las relaciones establecidas.
No obstante, si los sentimientos de soledad persisten, es importante buscar ayuda psicológica. Esto bien puede ser tu línea telefónica de crisis local o especialistas de organizaciones como Doctores Sin Fronteras. Hay que recordar que uno nunca está solo.